miércoles, 29 de junio de 2016

Noche de San Juan en La Quinta del Sordo






La celebración de este evento fue un especial motivo de alegría para todos los que participamos en él, no sólo por lo especial de la fecha en que La Quinta del Sordo nos había cedido su espacio sin restricciones, sino por ser resultado de las sinergias generadas durante la realización del curso de profesionalización de artistas y gestores culturales Tandem, al que asistimos en este mismo espacio a finales de abril. Merece destacar aquí el trabajo de Javier Guerra y Adriana Berges como coordinadores del curso y del equipo, que se han volcado absolutamente con el proyecto, poniendo a nuestra disposición todos los recursos que necesitábamos. Todo ello además teniendo en cuenta la tradicional celebración de las hogueras que tenía lugar todos los años en el Parque de la Cornisa, justo al lado del espacio. Los nueve participantes encargados del evento tenemos perfiles muy diversos, y esto era precisamente el punto fuerte que queríamos aprovechar para poder hacer algo realmente creativo y multidisciplinar. Por ello, comenzamos a pensar, ya durante el curso Tandem, cómo podían integrarse todos nuestros puntos de vista en torno a los elementos fundamentales para esta fiesta: el fuego, protagonista absoluto, y la gran cantidad de magia y leyendas que suceden en una de las noches más especiales del año. 


Una de las primeras decisiones que tomamos fue construir una gran puerta, que simbolizara el umbral que permite el paso entre mundos, y que al estar abierto durante esa noche permite el libre tránsito de hombres y seres mágicos. Además, debía ser una puerta participativa, en la que los asistentes pudieran intervenir, escribiendo aquello de lo que querían deshacerse, y de lo que se liberarían al arrojar la puerta al fuego purificador de las hogueras.
A su vez, también teníamos claro desde el principio que el evento tenía que contar con una parte dinámica, con el fuego, la música y la performance como protagonistas. Los artistas Iván Lucas, Pablo Pérez Palacio, Adriana Berges y el músico José Luis Fraga se encargaron de idearla y encargarse de la logística de imagen y sonido.
Por último, decidimos decorar la rampa de entrada al piso inferior con escenas de hogueras y frases con una breve información sobre la fecha, para lo cual Jara Blanco y yo, como gestoras culturales, estuvimos buscando información sobre sus orígenes en el solsticio de verano, las diferentes maneras de celebrarla a lo largo de la historia, así como los elementos mágicos y rituales más difundidos para realizar durante esa noche. Finalmente, elegimos las siguientes frases para que fueran pintadas en la pared:
-“San Juan es el triunfo de la naturaleza sobre lo añadido, que rompe las barreras de las normas impuestas y se manifiesta sin trabas, libre y espontánea como la esencia humana.”
-“En la Antigüedad se creía que durante los solsticios se abrían las puertas entre mundos y hombres, dioses y espíritus quedaban comunicados por una noche.”
-“La llegada de San Juan implicaba para el hombre del campo el cambio de las faenas agrícolas.”
-“Ante el fuego se puede hacer todo tipo de hechizos, pedir deseos y ahuyentar los malos espíritus.”







Asimismo, dejamos a disposición de los visitantes unas listas con los elementos fundamentales de esta noche: fuego, agua y plantas, a modo de instrucciones de uso, con las diferentes acciones que debían hacerse durante la noche para aumentar su poder mágico. Por último, a modo de juego, redactamos diversos rituales populares para realizar durante la noche y, doblándolos en papeles aparte, los dejamos en un cuenco para que los visitantes eligieran uno al azar y tuvieran su propio ritual de San Juan. 


  

El montaje tuvo lugar durante el día anterior y el mismo del evento y, a pesar del poco tiempo del que disponíamos, finalmente resultó eficaz y todo estuvo listo a tiempo. Lamenté no poder participar más debido a obligaciones laborales, pero gracias a eso también la sorpresa fue mayor cuando llegué y pude ver el resultado final, que resultó realmente bello y sorprendente. Las fotografías recogen cómo quedó la decoración de las paredes, así como la performance ejecutada por José Luis, Pablo, Iván y Adriana, realmente impresionante. Entre la sinuosidad del clarinete de José Luis y la luz oscilante de las llamas proyectadas, Adriana se convirtió en fuego con su danza, y transmitieron a la perfección ese punto de magia y misterio con el que se abría la noche más corta del año.
Los resultados tanto de la ambientación de La Quinta como de la performance fueron más que satisfactorios, y nos han servido como estímulo de cara a plantear más proyectos que ojalá comencemos a emprender pronto todos juntos. Creo que las imágenes que se pudieron captar del evento hablan por sí solas.












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